Detrás del muñeco de encima del paso…
va una procesión…
de paganos creyentes.
Buscando el perdón …
persiguiendo al
espanto,
pagando el milagro ,
que tienen pendiente.
En la multitud con su recogimiento…
se ve … entre sombras se ve,
lo que hace el gran poder ,
con la gente
sencilla…
Rezar … solo deja rezar,
suplicar,
sollozar,
entre aromas de muerto…
Seguir… a una espalda sin fin,
mientras suena
un clarín,
en su noche infinita.
Tradición, temor, superstición,
son los pilares
que aguantan el mundo,
del que
va detrás,
... y lo sabe Gepetto,
un gran carpintero
que adorna con miedo,
su creación magna,
en que la esperanza,
se hace de rogar.
Viviendo a espensas de fieles
que esperan les llegue
bienestar eterno,
y es tan solo un clavo ardiendo...
lo que
tienen pa agarrar.
Que la fé mueve las montañas…
es lo que dice
a su gente…
como nadie coja una pala,
las montañas no se
mueven.
Si el camino se hace andando…
no te
equivoques de senda…
o el destino será el calvario,
y el pago
la penitencia.
Mientras, la gente aplaudiendo,
tan sagrada cabalgata,
las pijas se van luciendo,
los pijos van
de corbata.
Ya el esperpento acabó,
y con él la pantomima...
ya acabó la pesadilla,
que otra vez se
recordó.
Ahora hay que retornar,
cada mochuelo a su
olivo…
Cada quien con cada cual,
cada cual por su
camino.
En sus macetas del alma,
sembraron nueva
ilusión,
mientras los reverendos y
su gran amor,
hacen ya su recuento
de pan y vino.
Con su divino palio,
se va Gepetto
entonando…
... la canción del olvido.
*********
6/4/2017
No hay comentarios:
Publicar un comentario