Yo soy...el Señor del madero...
quien dá...paseíto en tus hombros.
El que vive por tu fé y tus rezos.
el que sabe que tus rezos son de otro.
Jamás prediqué incienso y oro,
jámas puse flores a los muertos.
Y si tú me ves llorando,
en una cruz...en un paso,
no es por los clavos que aprietan...
ni el camino del calvario,
...es por tanta marioneta.
Lo que dije no se dice, y dijeron:
"lo que dijo es palabra de vida...
enseñó que todos somos corderos"...
..."lo demás todo es mentira"...
Mentira...es que sea "Señor"
Verdad...lo que quieras creer...
No fui...pescador ni pastor,
si te hablo de Dios,
...no lo vas a entender.
Soy el que tanto se nombra,
que un día fue generoso,
el que ilumina negocios,
alrededor de su sombra.
El que se puso por meta
que nadie fuera payaso,
fueron sandalias mis pasos,
dejando huella en la tierra.
Sin caretas de humildad,
de buen rollo...de hermandad
y del arrepentimiento.
Ni caretas de perdón,
pa el que nació como yo,
de un parto cruel y sangriento.
No hables en mi nombre,
nunca fui divino, sólo un hombre,
dile a quien te compra,
cuanto pagas por mi gloria.
No pedí nunca ná,
solo vine a enseñar,
a ponerme a tu altura,
y no en un altar...
si falso el hombre,
más falsa mi historia.
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2/4/2018
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